El hermoso valle de Pachacámac, un lugar lleno de encanto y serenidad llamado Fundo Pozo Santo. Esta historia comienza en los años 90, cuando los esposos Víctor Hugo Mateo Tueros y Rosa Elvira Montalvo de Mateo llegaron a este valle con un sueño en sus corazones.
Víctor Hugo y Rosa Elvira, inspirados por la belleza natural y la tranquilidad del campo, decidieron construir su hogar en estas tierras.
Con esfuerzo y dedicación, comenzaron a levantar la casona principal, cada ladrillo y cada detalle se convirtió en un testimonio de su amor y perseverancia.
Años 80
No estaban solos en esta aventura. La señora Juana Bustamante Cárdenas, madre de Rosa Montalvo, también se sumó con entusiasmo para ayudar en la creación de este hermoso refugio en medio de la naturaleza.
Juntas, compartieron momentos inolvidables, trabajando codo a codo y compartiendo risas y sueños.
Los años pasaron, y la casona se transformó en un lugar acogedor y encantador, perfecto para disfrutar del campo en compañía de la familia y amigos.
Víctor Hugo y Rosa Elvira, junto con sus hijos, Víctor Hugo Mateo Montalvo y Johan Jesús Felipe Mateo Montalvo, se convirtieron en los anfitriones de este maravilloso rincón.
Fundo Pozo Santo se convirtió en un oasis para aquellos que anhelaban escapar de la rutina y sumergirse en la paz de la naturaleza.
Las puertas de esta casa de campo se abrieron para recibir a aquellos que deseaban hospedarse o celebrar momentos especiales en un entorno mágico y sereno.
Cada visita al Fundo Pozo Santo era una oportunidad para vivir experiencias únicas. Los huéspedes exploraban los senderos rodeados de exuberante vegetación y disfrutaban de las vistas panorámicas del valle.
El aroma de las flores y el suave susurro del viento se convertían en compañeros fieles durante su estadía.
La historia de Fundo Pozo Santo estaba tejida con amor, esfuerzo y la pasión por compartir la belleza natural con los demás. La familia Mateo Montalvo había convertido su hogar en un lugar favorito para aquellos que anhelaban una escapada en medio de la naturaleza.
Y así, la historia continúa. Cada día, nuevas personas llegan al Fundo Pozo Santo para crear sus propios recuerdos y ser parte de esta hermosa historia. Los esposos Víctor Hugo Mateo Tueros y Rosa Elvira Montalvo de Mateo, junto con sus seres queridos, siguen compartiendo su amor por la vida en este rincón mágico, donde el campo y la hospitalidad se entrelazan en una experiencia inolvidable.
Creencias fundamentales que guían nuestra misión y servicio
Pasión
Nos apasiona crear experiencias únicas y memorables para cada uno de nuestros clientes, cuidando cada detalle con esmero y dedicación.
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